sábado, 9 de marzo de 2013

Embarazo que no llega

Tras varios meses intentándolo, uno tuve un retraso y poco después empecé a manchar en un color muy negruzco poca cantidad. Me había hecho un test y salió nulo. Me asusté y fui a urgencias del hospital público de mi ciudad. Me trataron estupendamente y me descubrieron un quiste de 4 cm que parecía hemorrágico o endometriósico. Me citaron para el mes siguiente hacerme una eco.

En ese mes el quiste creció hasta más de seis centímetros y como no estaba claro su origen me dieron un tratamiento suave para tres meses. El doctor del hospital me dio una nueva cita y me dijo si después del tratamiento no estás embarazada te envío a fertilidad. Mi ginecóloga privada me aconsejo lo mismo. Anímicamente estaba fatal. Ya sé que tenía 32 años y que sólo era cuestión de esperar un poco y ver la evolución. Yo era un poco reacia a volver a tomar hormonas, pero los tratamientos han evolucionado mucho y este era suave. Me tocó la revisión a los pocos días de cumplir 33. Afortunadamente el quiste se había reducido a la mitad con lo cual se descartaba el quiste endometriósico. Mi doctora me dijo que ahora podría quedarme embarazada. Por si acaso, y dado que en la mayoría de casos la infertilidad proviene del hombre, mi marido se hizo un seminograma que salió bien. Un problema menos ¿o no?

Empezamos con mucha ilusión, pero cuando ves que no llega...te disgustas. El quiste siguió menguando sin tratamiento hasta quedar en algo residual de 15mm en la eco que me hice antes de la revisión. Volví a la revisión del hospital y mi médico se había jubilado. He de decir que en 18 años no tengo más que palabras de agradecimiento para los doctores que me llevaban. En su lugar había una doctora joven que dictaminó que no llevaba un año intentándolo (sólo por un mes tras dejar el tratamiento) y que estaba bien claro que lo mío era una endometriosis. No se me saltaron las lágrimas por vergüenza. Volvía a mi ginecóloga particular y me tranquilizó, descartó la endometriosis y me emplazó a finales de año.

Pasan los meses y nada, el mundo parece haberse conjurado y no ves más que embarazadas por todos lados. No dejas de oír que se quedaron a la primera, cuando encima están cerca de los 40, y un montón de tonterías más que en tu estado te afectan mucho.

Te tomas la temperatura, compras tests de "clearblue", sí, ovulas, pero nada. Controlas los días al máximo, pero la regla aparece mes tras mes. Así que en mi visita de diciembre mi doctora me da Omifin sólo un mes, pues por mis ovarios poliquísticos cree recomendable que lo tome mucho tiempo. Me dice que necesito ya cita con fertilidad, en febrero tengo consulta en el hospital y espero que me la den. Realmente me haría el tratamiento en una clínica privada, pero si necesito laparoscopia, en mi comunidad es mejor hacérmelo en el hospital.

El Omifin no da resultados y nuevo disgusto. En febrero al fin me envían a fertilidad. En dos semanas me ven y me recetan un montón de analíticas, nuevo seminograma, pues el hospital utiliza otras referencias y la hístero.

Ahora mismo estoy con las analíticas y a primeros de abril tengo la hístero. Es como si me hubieran quitado un peso de encima. Sé que no es consuelo, que ahora vendrá lo difícil, pero, por desgracia, no hay nada que pueda hacer, estoy en manos de los médicos. Por supuesto que lo estoy intentando, pero sin obsesionarme.

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